¡Sigue limpia! y ahora nos vamos su papá y yo a celebrarlo por todo lo alto. Hemos pasado una feliz tarde en la pisci, en casa de los abuelos. Ahora toca cenita pero ya sin peques. Evadirnos unos minutillos...
Este blog comencé a escribirlo cuando acabábamos de conocer que nuestra hija, con tan solo cuatro años, padecía un cáncer metastásico. La angustia que me invadía entonces se vio reflejada en las entradas y no lo llegué a publicar. Hoy, más serena, he decidido retomarlo. Opino que, mientras haya camino (aunque sea largo, duro y agotador), hay vida y ésta hay que disfrutarla, o al menos intentarlo, siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario