sábado, 16 de febrero de 2013

Dos años

Tal día como hoy, hace dos años, me encontraba en el hospital junto a mi princesa. A estas horas ya se había visto el tumor en la ecografía y estábamos eperando a la ambulancia que nos trasladaría a otro hospital.
 
Habíamos avisado a los abuelos. Mi madre se quedó con la pequeña en casa para que mi marido pudiera subir al hospital y los demás andaban como locos por los pasillos esperando a que dieramos alguna noticia. Pero la verdad es que no sabíamos nada. Que era algo grave.
 
Creo que fui yo quien fue a casa a preparar una maleta y de paso explicar a mi madre las tomas de los medicamentos para el catarro de mi brujilla. Aunque la verdad es que no lo recuerdo muy bien.
 
Fue una noche muy larga, mucho, de llanto y de locura. Pensé que me podía llegar a dar algo del dolor de cabeza que tenía. En ese momento no veía luz, era incapaz de ver futuro.
 
Pero hoy, después de dos años puedo decir que sí hay vida después de un golpe tan duro. Que la naturaleza del ser humano es levantarse y luchar. Pasé, como todos, por la negación (esto no está pasando), por la culpabilidad (¿por qué a mi hija? ¿qué hemos hecho mal?), ... pero me hundí, me levanté y luché.
 
Bueno, quizás realmente no me levanté, aun sigo algo hundida.
 
Ayer, con motivo del Día Internacional del Niño con Cáncer, se entrevistó al papá de Guzmán (http://www.unoentrecienmil.org/) en La Mañana de La 1 con Mariló Montero (dejo aquí el enlace, por si os apetece echar un vistazo, a partir del minuto 34:56. Yo lo recomiendo). Puedo contar que conocí personalmente a José Carnero en una visita que hizo al Hospital Niño Jesús de Madrid de la mano de la Fundación Pequeño Deseo para conocer a la Fundación Aladina. Y me sentí muy identificada con él, con su visión de la enfermedad, a pesar de que los diagnósticos de nuestros hijos fueran tan distintos. Pues bien, viendo la entrevista que le hicieron a Eva, la mamá de Guzmán, me di cuenta de que ella, al igual que yo, seguía sufriendo al recordar esos primeros instantes. Que esto no se pasa.
 
Quizás es que no tenemos que intentar olvidar ese dolor, sino asimilarlo. Porque a pesar de estos dos años, yo también lo sigo sufriendo. Tal vez necesite aun más tiempo.
 
En Enero volvimos a tener pruebas, todo bien. De vuelta a casa desde Madrid comencé con contracciones y acabé en urgencias. Vamos, que monto un circo y me crecen los enanos (que en mi caso son enanas, porque viene la tercera). La cosa se paró y Nº3 aun no ha nacido. Lo hará el próximo viernes. No sé si he comentado por aquí que será cesárea programada porque los otros dos partos terminaron así. Y casualmente nacerá el 22 de Febrero, el día que, también dos años atrás, operaron a mi princesa. Quién nos iba a decir a nosotros aquella mañana tan larga esperando a que mi princesa saliera de quirófano que dos años después la vida nos iba a cambiar tanto ¡para bien!
 
No hay que perder nunca la esperanza.